Paul Roberts

JUNIO – SEPTIEMBRE 2017

Nació en Hartford, Connecticut (USA). Procede de una familia de pintores por parte de madre y padre. Comienza sus estudios de pintura en la Hartford Art School (Connecticut). Posteriormente ingresa en la Swain School of Design (Massachusetts), donde obtuvo el título de Bachelor of Fine Arts in 1970, siendo su maestro el pintor David Smith. Finalmente obtiene el título de Master of Fine Arts en el Maryland Institute (Baltimore) en 1972. Allí estudió con Grace Hardigan, que formaba parte de la New York School (abstract expressionism), aunque su orientación artística ha seguido otros planteamientos posteriormente.

Exposiciones individuales

1976 Wellfleet (USA). Betty Polak Gallery.
1977 Almuñecar. Galería Sexi.
1979 Almuñecar. Caja General.
1980 Granada. Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago.
1986 Granada. La Mancha Chica.
1993 Farmington (USA). Samovar Gallery.
1998 Granada. Corrala de Santiago.
2000 Úbeda. Galería de Exposiciones de la Caja General de Granada.
2001 Granada, Centro Cultural Fundación Caja de Granada.
2003 Órgiva, Galería La Manzanilla.
2004 Granada, Corrala de Santiago.
2006 Granada, Carmen de la Victoria.
2009 Granada, Sala Aliatar.
2010 Granada, Bodega 3MMM.
2011 Granada, Corrala de Santiago.
2012 Granada, Sala Aliatar.
2014 Granada, Hospital General Virgen de la Nieves.

Exposiciones colectivas

1972 Mystic (USA), Mystic Art League.
1973 Guilford (USA). Guilford Art League.
1974 Harwich Port (USA). Shore Studios.
1975 Orleans (USA). Orleans Art Gallery.
1982 Granada. Caja Rural.
1990 Amsterdam (Holanda). Galerie KIS.
1991 Utrecht (Holanda). Kunstmarkt, St.Janskerk.
1994 Fairfield (USA). The Gallery.
1995 Granada. Artesa.
1996 Granada. Artesur, Galería Artesa.
1997 Fairfield (USA), The Gallery.
2002 Utrecht (Holanda), Galerie Belleza.
2003 Alabama (USA), Whitney Davidson Gallery.

Juegos de luces y sombras

Los cuadros de Paul Roberts que integran esta exposición reflejan distintas temáticas y motivos pictóricos: desde el paisaje campestre hasta el bodegón, pasando por las plazas y mercados de Granada o los grupos de bañistas. Si tuviéramos que encontrar un común denominador de todos ellos, ese podía ser la luz. La luz que se proyecta sobre los cuerpos, las ramas de los árboles, las flores, los puestos de frutas, sobre las escenas de vida que tan admirablemente el artista recrea en sus lienzos. Los colores -y hasta los sabores que se vislumbran a través de las frutas de los bodegones- son una forma de luz, que lo impregna todo e irradia armonía y paz.

Los juegos de luces y sombras que hay en estas obras representan el esfuerzo de su autor por construir, a través del arte, un mundo ideal, el de la cotidianidad sosegada que expresan las figuras esbozadas en ellas. Es ahí donde la luz parece situarse fuera del tiempo mensurable, en la dimensión de una imagen que, como un recuerdo, fija un momento de la realidad en la memoria. Sin embargo, cuando las miramos con atención, vemos como sus luces y sombras nos dicen mucho más, nos indican, por ejemplo, la estación del año y hasta la hora en que fueron pintadas. Nos trasladan a un espacio lleno de luces diversas, dotadas todas ellas de un tiempo propio.

Cada uno de estos cuadros lleva dentro un universo complejo, que espera ser descubierto por la mirada atenta de las personas que visitarán la exposición. Ese es el milagro que la Pintura nos ofrece. En los pinceles de Paul Roberts, a través de las luces y las sombras, se produce cada día ese milagro, el de la creación de un instante eterno, que desafía el transcurso de la vida, la caducidad de personas y cosas. Cuando alguien se para a contemplar una de estas obras, y se sitúa frente a ella como si no hubiese nada más alrededor, puede entender la grandeza del Arte, como manifestación más genuina de la aspiración de los seres humanos por ofrecer al mundo belleza y esperanza.

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